Singapur. El adolescente jugador indio Gukesh Dommaraju se convirtió en el campeón mundial más joven de ajedrez clásico de la historia tras vencer al anterior poseedor del título, el chino Ding Liren, por 7,5-6,5 en la final al mejor de 14 en Singapur este jueves.
Gukesh, de 18 años y el campeón defensor Ding llegaron al último juego empatados y todo parecía encaminarse a desempates en ajedrez rápido, pero fue el joven quien pudo reclamar el punto crucial después de un error de Ding.
Cuando se confirmó su victoria, Gukesh rompió a llorar porque la emoción de su victoria pareció invadirlo, mientras que Ding solo pudo sentarse con la cabeza entre las manos, incrédulo.
Después de ponerse de pie con los brazos en alto en señal de celebración, Gukesh fue escoltado fuera del edificio donde compartió un largo abrazo con su padre.
Videos en las redes sociales mostraron a los fanáticos en India celebrando frenéticamente la victoria de Gukesh, aplaudiendo y abrazándose mientras se convertía en el 18º campeón mundial de ajedrez y el segundo campeón mundial del país después de Viswanathan Anand.
Después, Gukesh, exultante, admitió que al principio no se había dado cuenta del error de Ding en la última partida, pero cuando advirtió que su oponente chino había cometido el error crucial, dijo: “Probablemente fue el mejor momento de mi vida”.
A sus 18 años, es cuatro años más joven que el legendario jugador ruso Garry Kasparov cuando ganó su primer título mundial en 1985 frente a Anatoly Karpov, con 22 años.
“Todos los ajedrecistas quieren vivir este momento y muy pocos tienen la oportunidad. Creo que la única forma de explicarlo es que estoy viviendo mi sueño. Me gustaría agradecer a Dios en primer lugar. Todo este camino, desde la clasificación hasta el Torneo de Candidatos (clasificatorio) y luego venir aquí, solo pudo ser posible gracias a Dios. Hubo tantos milagros”.
“Y estoy agradecido a todas las personas que han estado a mi lado en este viaje. Me gustaría agradecerles a todos y cada uno de ellos, pero probablemente tendré que preparar mi discurso primero porque (con) el tipo de emociones que estoy sintiendo ahora mismo diré algo estúpido”.