El presidente Javier Milei hizo un balance del primer año de su gestión y dio precisiones sobre la hoja de ruta para el resto de su mandato en materia económica, con el objetivo de que «luego de 40 años volvamos a estar al tope del mundo”.
El presidente se refirió a las lecciones aprendidas para “sacar al país del pozo en el que nos ha metido el populismo socialistoide” en una columna titulada “El retorno al sendero del crecimiento” publicada por La Nación.
Milei señaló a la estabilidad como precondición necesaria para crecer, “ya que la presencia sistemática de déficit fiscal, inflación fruto de la emisión monetaria para financiar al fisco, y desequilibrio externo aunado a brecha cambiaria, pérdida de reservas y endeudamiento constituyen un cóctel explosivo que nos hacía vivir el borde del abismo y con ello destruía todo tipo de visión que excediera el día a día”.
El Gobierno declaró a 2025 como el «Año de la Reconstrucción de la Nación Argentina»
Según el presidente, la eliminación del déficit fiscal (Tesoro) como del cuasi fiscal del Banco Central han permitido cortar con la emisión de dinero “haciendo que la inflación mayorista (minorista) pasara de niveles del 54% (25,5%) mensual a niveles del 1,4% (2,4%), lo cual se logró: (i) sin expropiar activos; (ii) sin controles de precios; (iii) recomponiendo tarifas y (iv) sin fijar el tipo de cambio”.
“Si se resta el efecto de la inflación inducida por el crawling peg, los precios mayoristas estarían en deflación y los minoristas neutros. Por lo tanto, la inflación está desapareciendo y por ende se está terminando con la distorsión que esta causa sobre los ingresos de la población y sobre la inversión”, agregó Milei.
El presidente también hizo hincapié en que la reducción del déficit fiscal generó una caída del riesgo país, desde los 1.900 puntos básicos en el momento de asumir el gobierno hasta los casi 600 puntos básicos hacia fin de 2024. “Este punto no es menor, ya que al caer el riesgo país la tasa de interés doméstica también lo hace y con ello reduce el costo del capital de las empresas, lo cual dispara su valor (200% durante el último año) y estimula la llegada de nuevas inversiones. Como resultado de ello, el stock de capital per cápita aumenta, con ello la productividad del trabajo sube y el resultado final es mayores salarios que empujan a una caída de la pobreza y la indigencia”.
El presidente citó un trabajo de Juan Pablo Nicolini donde muestra que “el sólo hecho de alcanzar el equilibrio fiscal asegura una tasa de crecimiento anual del 4,5% per cápita, esto es, en 15,6 años duplicaríamos nuestro PIB/c”.
Milei también destacó que el logro fiscal se alcanzó a través del recorte del gasto público sin haber subido impuestos, “no sólo por las implicancias en términos asignativos y de felicidad (utilidad), sino también porque el ajuste fiscal consolidado implicó devolverle (o dejar de robar) a los argentinos 15% del PIB”.
Reformas estructurales y futuro
En cuanto a lo que consideró “reformas estructurales», a través del DNU 70/23 y la Ley Bases se implementó «una reforma estructural ocho veces más grande que la de Menem, lo cual ha implicado que Argentina suba 70 puestos en términos de libertad económica”.
“La reforma no terminó con estos dos grandes hitos, sino que además se quitan 3,5 regulaciones por día, lo que incrementa así nuestra libertad e ingresos. Milei concluyó que 2024 fue un “año bisagra de nuestra historia” y “manteniendo lo ya realizado, 2025 será el inicio de la reconstrucción de Argentina para que luego de 40 años volvamos a estar al tope del mundo”.
LM CP