Muerte de bebés en el Neonatal: Angeline era un bebé planeado, las primeras palabras de Yoselín

Luego de unos primeros días muy intensos en el marco del juicio por la muerte de los bebés en el Hospital Materno Neonatal en Córdoba, se inicia la segunda semana que tiene como protagonistas excluyentes a las mamás que perdieron a sus hijos.

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Luego de la declaración, durísima, de Damaris, la mamá de Benjamín, este lunes el juicio empieza con el testimonio de Yoselín Rojas, la mamá de Angeline, una beba que murió en la guardia fatídica del 6 de junio y que es el primer caso que llega a la Justicia, porque la médica de guardia no firmó el certificado de defunción y pidió que se investigue.

Yoselín Rojas ratificó en su declaración en el juicio lo que ya había mencionado en la instrucción y más complica a Brenda Agüero: que fue la enfermera obstétrica quien le retiró a su bebé, sin dar explicación, cuando ya estaba en la sala de recuperación. Luego, Angeline se descompuso y falleció.

Contó también que la enfermera luego de volver sin el bebé se puso a acomodar una mesa y la miraba de una manera extraña, que no sabía interpretar si era con lástima u odio.

A su vez, relató que junto a su pareja, Jaime Cornelio Pérez, quisieron saber quién era la enfermera y en el hospital no le quisieron dar su nombre. “Me lo ocultaron”, dijo.

Yoselín Rojas declaró que la noticia del embarazo de Angeline fue recibida con mucha alegría. “Era la primera hija para mi marido, Jaime y mi hija quería tener una hermana”, contó la mamá de la beba que murió en el hospital Materno Neonatal el 6 de junio de 2022.

Contó que se hizo controles previos en el centro de especialidades médicas Benito Soria, desde donde la derivaron en la semana 37 de embarazo al Neonatal.

“Ella iba a ser un ángel”, contó Yoselín sobre el nombre que habían escogido con Jaime Cornelio Pérez.

Tras la declaración de Damaris Bustamante, que contó sobre la existencia de una reunión con la exdirectora del hospital Materno Neonatal, Liliana Asís, y el ex subdirector administrativo, Alejando Escudero Salama, el abogado querellante Carlos Nayi solicitó que se llame al papá de Benjamín y pareja de Damaris, Leandro David Luna, y a la hermana de la mamá del bebé fallecido, Laura Bustamante.

Son quienes acompañaron a Damaris en la reunión en la que se le habría mencionado, en abril de 2022, que estaban investigando otros casos de incidentes con recién nacidos.

A su vez, se pidió que se oficie al Juzgado de Violencia Familiar y de Género que se informe si Escudero Salama hizo alguna denuncia por violencia obstétrica, que había mencionado Damaris.

A su vez, los fiscales Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Balestrini pidieron que se cite a la infectóloga Verónica Higa y al médico Obdulio Paredes para que aclaren cuándo se comenzó a conocer la línea de casos de bebés muertos y descompensados, a partir del entredicho entre las médicas Claudia Ringelgheim y Adriana Moralez, quienes hablaron de junio y de agosto, respectivamente.

La presidenta de la Cámara, Patricia Soria, comunicó que se admitían los nuevos testimonios.

El defensor de Brenda Agüero, Gustavo Nievas, planteó que las referencias a la acusada sean respetuosas y se limiten las preguntas a los hechos que se investiguen. Mercedes Ballestrini, fiscal de Cámara, pidió que se les permita a las mamás declarar, con respeto a la ley de víctimas.

Finalmente, pasadas las 9.30, se inició una nueva jornada de la segunda semana del juicio por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal.

La mamá de Angeline, la beba que murió el 6 de junio de 2022 en el hospital Materno Neonatal, pidió que esté presente en la sala la principal acusada de las muertes de bebés, Brenda Agüero.

La primera testigo -y querellante- aun no declara, porque antes se están discutiendo la incorporación de nuevos testigos y de remisiones de antecedentes.

Con los testimonios de la mamá Yoselín, el papá Cornelio Jaime y la tía Sara Rojas, la quinta audiencia del juicio por las muertes de bebés en el hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba tendrá como eje el presunto asesinato de Angeline, que nació sana, se descompensó y falleció en la fatídica guardia del 6 de junio de 2022.

Angeline murió por bradicardia extrema y apnea. La autopsia reveló que lo que ocasionó estos síntomas fue un exceso de potasio. Había pesado al nacer 3,6 kilos. Su mamá, entonces de 28 años, habìa cursado 40 semanas de embarazo y realizado los controles preventivos.

Es el primer caso que llega a la Justicia. La médica de guardia pidió que se investigue el deceso y no firmó el certificado de defunciòn. Al otro día, el 7 de junio, ocurriría lo mismo con la muerte de Melody, hija de Brisa Molina.

Varias veces Yoselín habló con La Voz para contar su historia. La última fue justo antes del inicio de este juicio. Esto dijo entonces.

“Alexander es como esa lucecita que vino a encendernos. Él nos ha traído felicidad por un lado, pero no porque nació mi bebé vamos a dejar de recordar a mi bebita”. Habla Yoselín Rojas, esta mamá del corazón partido que evoca a Angeline, su beba que nació y murió el 6 de junio de 2022 en el hospital Neonatal de la ciudad de Córdoba. Su beba, de 3,6 kilos, fue la número cuatro de los cinco que murieron a manos, presuntamente, de una enfermera que adrede les inyectó potasio a 13 bebés entre marzo y junio de ese año. Ocho sobrevivieron.

Hoy Alexander tiene nueve meses: nació el 25 de marzo del 24. Pero Yoselín no fue a atenderse al Neonatal. “Estuve siempre con miedo, quedé marcada”, dice. Le cuesta encontrar las palabras y dar inicio a su testimonio. Pero una vez que decide abrir su corazón, el planteo es desgarrador: “El peor miedo que sentí en mi vida fue cuando me dieron la noticia de que mi beba había entrado en paro y había pocas posibilidades de sobrevivir. Ahora ese miedo desapareció, pero hay mucho dolor. Yo trato de enfocarme en otras cosas para no pensar en ese momento, trato de recordarla cuando la vi nacer, cuando le escuché su primer llanto y la tuve en brazos”, recuerda. No le pudieron sacar ni una foto.

Yoselín es una de las mamás que rehuyeron de la terapia. Dice que le preguntaban sobre lo que pasó y ella no quería hablar: “Me pedían hablar del tema y yo no quería revivir ese momento tan duro. Preferí enfocarme en mi trabajo y en mi hija más que en mi dolor. Estos dos años y medio fueron muy duros”, asegura.