Regreso triunfal de Jannik Sinner, que pese a no competir desde la final de la Copa Davis, mostró su cara más sólida para superar a un Nicolás Jarry que no puso para nada las cosas fáciles. La fiabilidad del chileno desde el servicio obligó a vigente campeón a sufrir hasta el ‘tie break’ en los dos primeros sets, aunque como casi siempre, con un acierto total para sus intereses.
Casi tres horas de partido necesitó Sinner para doblegar a un Jarry que solventó bien en el primer set los dos momentos complicados que tuvo en su contra, aunque apenas pudo presentar batalla en el desempate. En un segundo set más plácido para ambos con el servicio, el desempate fue mucho más igualado y tras un doble intercambio de roturas, el chileno entregó el set con un fallo de derecha.
El tercer set ya no tuvo historia, con un Sinner crecido y un Jarry que vio como se escapaba cualquier opción de poder alargar el encuentro. Consiguió por fin el italiano apuntarse la primera rotura de servicio a las primeras de cambio y volvió a repetirlo al final del set para cerrar con 6-1 el pase a la segunda ronda, donde espera rival.
Tras el encuentro, el número uno aseguró que pese a su gran momento y a los éxitos que viene acumulando desde su victoria en Melbourne el año pasado, no cambia su forma de ser. “Creo que el éxito nunca debería cambiarnos como personas. El año pasado tuve un éxito increíble, pero nunca cambió quién soy. Hay muchos jugadores fantásticos que siguen motivándome. Debo decir que tengo el mejor equipo del mundo. Estoy feliz de tenerlos. Intentamos mejorar” aseguró sobre la Rod Laver Arena tras su victoria.
Son ya 15 victorias consecutivas para el italiano, que no pierde un partido desde la final del ATP 500 de Pekín ante Carlos Alcaraz el pasado mes de octubre. De ellos, los últimos 14 sin ceder un solo set. Sin ninguna duda, el gran rival a batir.