La odontofobia, lo que se conoce comúnmente como miedo al dentista, es un trastorno de ansiedad muy habitual entre niños y adultos. En el caso de los más pequeños, el abordaje de este problema es más sencillo con lo que llamamos «refuerzo positivo».
Como nos explica Sión Cruz, odontóloga de la clínica Unión Médico Dental y especialista en cirugía, periodoncia, regeneración e implantoprótesis facial guiada, «consiste en el aprendizaje asociando la realización de una conducta con la obtención de una consecuencia agradable, por ejemplo tras realizar las tareas correctamente en el colegio les dan una pegatina en señal de su buen comportamiento».
El refuerzo positivo, como recalca la doctora, empieza en casa, pero, ¿cómo? «Basta que los padres manifiesten lo contentos que están de ir al dentista y desde la consulta, los profesionales nos encargamos de manifestar lo beneficioso que es que se desarrolle la consulta con normalidad y que en casa continúen adoptando los hábitos de higiene indicados, e incluso al final se les suele dar un detalle como recompensa por el gran trabajo que han realizado».
Los niños pueden sufrir ansiedad durante las visitas al dentista / SANTYPAN – Archivo
Es importante no confundir el «refuerzo positivo» con el chantaje. Y es que, muchas veces si los niños están más nerviosos y los padres quieren que la consulta sea rápida, «escuchamos decirles que si se portan bien les van a comprar un juguete, algo que no es correcto, ya que será un arma de doble filo en el futuro. La idea es conseguir que entiendan lo beneficioso que es para ellos y para su salud acudir al dentista sin que por ello lo asocien a regalos fáciles».
¿Cuáles son los beneficios de utilizar el refuerzo positivo para los niños que temen al dentista?
Acudir a la consulta del dentista suele ser una situación «desagradable» para muchos niños. Miedo o temor a los odontólogos, ya sea por malas experiencias previas con algún profesional, por desconocimiento o simplemente miedo adquirido por escuchar a los adultos sobre lo que ellos sienten.
«Lo importante es tener paciencia con ellos e ir teniendo acercamientos agradables y pausados. De esta manera, podemos obtener una mejor relación del niño con su salud bucal a largo plazo y que tenga una buena higiene y una sonrisa en óptimas condiciones con esta actitud», subraya la doctora Cruz.
La tranquilidad es fundamental. Si durante la revisión en el dentista el niño está alterado o llorando «no se debe comenzar la consulta hasta que hayamos conseguido que estén serenos. Por ello se trabajan técnicas de relajación previas como por ejemplo el control de la respiración».
La odontofobia es el miedo al dentista y se puede superar / Europa Press
Tras la consulta «debemos comunicar que tal ha ido la experiencia y si fuera necesario, tenerlo en cuenta para conseguir mejorarla. Nosotros concretamente les enseñamos un pack con varias pegatinas y les dejamos que elijan aquella que más les representa en ese momento y aunque no haya ido del todo bien, trabajamos para que no se vayan con mal sabor de boca y que se marchen con ganas de mejorar en la próxima visita».
Y lo más importante que hay que saber es que «todos los niños son aptos para conseguir consultas tranquilas y sin malas experiencias pero requiere de mucho trabajo, tiempo y paciencia».
¿Cómo preparar a los niños antes de la visita al dentista?
Se debe reforzar a los más pequeños durante el cepillado, que es un momento clave para que se convierta en un juego y no en una obligación. «Todos los niños buscan la aprobación de los padres y si encuentran que es una acción por la que estamos contentos podremos conseguir que mejore su relación con la higiene oral», cuenta.
La doctora recalca que también desde casa podemos ayudar con la familiarización de la exploración de la cavidad bucal, revisando si el cepillado es correcto. Esto permitirá que en la consulta «no afrontemos tantos aspectos desconocidos, sino que lo asociemos a un entorno familiar».
El refuerzo positivo es fundamental para que los niños superen el miedo al dentista / Arthur Hidden. FREEPIK
Los padres juegan un papel de vital importancia, ya que son los que pueden reconducir las conductas de manera ejemplar. «En consulta tengo padres increíbles, es más, tengo a un niño en mi consulta que tuvo una mala experiencia con un compañero y que fueron modificándola a través de cuentos del ratoncito Pérez para que fuera entendiendo la necesidad de ir al dentista y hacerlo confiado».
El dentista también es fundamental para superar el miedo
«La confianza entre ambos es lo que determinará consultas fluidas o no, por ello es importante respetar sus tiempos. Muchas veces queremos que los niños actúen como adultos y no es posible, ya que ellos necesitan más tiempo y un mayor refuerzo», destaca la especialista.
Por ello, las consultas deberán ser más cortas pero más intensas a nivel emocional, puesto que es más importante conseguir que el niño confíe en el profesional en una consulta que realizar el tratamiento directamente porque esto «nos permitirá que las próximas visitas sean más tranquilas y sin sobresaltos».