Londres, 31 ene (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, instó este viernes a su homólogo en Mauricio, Navin Ramgoolam, a cerrar un acuerdo sobre el archipiélago de Chagos que incluya «fuertes protecciones» a la base militar de la isla de Diego García.
Según informó Downing Street (la residencia oficial y oficina del primer ministro británico) en un comunicado, Starmer recalcó la importancia de un acuerdo que proteja «de influencias malignas» a la base militar británico-estadounidense de Diego García y le permita continuar operando.
En la primera conversación directa entre ambos líderes desde su llegada al poder en sus respectivos países, Starmer y Ramgoolam compartieron experiencias sobre sus primeros meses en el Gobierno y hablaron sobre expandir la «fuerte relación» que une al Reino Unido y a Mauricio.
El pasado mes de octubre el Reino Unido anunció un «acuerdo histórico» para traspasar a Mauricio la soberanía del archipiélago de Chagos -colonia británica desde 1968- tras casi medio siglo de disputa y dos años de negociaciones, pero todavía está a la espera de ratificarse formalmente.
El Ejecutivo de Starmer negoció con el predecesor de Rangoolam, Pravind Kumar Jugnauth, un pacto en el que el Reino Unido aceptaba ceder la soberanía sobre Chagos, con la condición de poder ejercer sus derechos soberanos «para garantizar el funcionamiento continuo» de la base militar de Diego García durante un periodo inicial de 99 años.
Desde entonces, la llegada de Rangoolam al Gobierno de la isla del índico, junto con la elección presidencial de Donald Trump en Estados Unidos, han paralizado el proceso.
El Reino Unido informó, antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, que la nueva Administración estadounidense sería consultada y revisará los detalles de la negociación antes de cerrar algún tipo de acuerdo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió que el acuerdo del Reino Unido y Mauricio sobre Chagos representa «una amenaza grave» al entregar las islas a un país alineado comercialmente con China. EFE