Dueña de una belleza hegemónica que daña las retinas, la China Suárez es, para muchos, una de las mujeres más deseables de la Argentina, capaz de enloquecer y quitarle el sueño a cualquiera con una simple caída de pestañas o un mínimo mohín de su rostro perfecto cincelado por Miguel Ángel.
Sin embargo, no todos caen ante el hechizo de la China. O, al menos, eso no le ocurrió a Martín “Tony” Coggi, quien en la mañana del domingo recordó en Ritmo y Café (IP), el papelón que vivió cuando el destino lo depositó en la mesa de al lado de Sangre Japonesa, al llegar de un viaje repleto de escalas y con pocas horas de sueño encima.
¿Dónde se cruzaron Coggi y la China, mucho antes de que Eugenia se convirtiera en la glamorosa pareja de Mauro Icardi? Pues en una común y silvestre cervecería de cadena, esas de banquetas sin respaldo, mesas comunitarias, barriles enormes y lucecitas, donde las hamburguesas y papas con cheddar son lo más pedido.
“Venía de una noche larga y solo quería acostarme a dormir”, arrancó Tony sobre aquella noche loca en la que terminó roncando al lado de la ex Casi Ángeles. “Me dicen: ‘Mirá qué bueno, la China’”, agregó. Pero ni su presencia pudo contra el sueño y su necesidad de descansar: “Me quedé dormido”.
LA TEORÍA DE YANINA LATORRE SOBRE LA CHINA SUÁREZ Y SU RELACIÓN CON ICARDI
El cambio de vida de la China Suárez desde que se relaciona con Icardi convenció a Yanina Latorre de que Wanda tenía razón cuando empezó a decir, hace años, que la actriz quería su vida. «Yo pensaba que estaba loca, pero ahora, viendo el festejo de su cumpleaños, que parecía una boda de plata… ¡rarísimo!”, dijo la panelista en DDM.
Y Latorre siguió con una contundente opinión: «Desde que lo conoció a Icardi esta chica no tiene amigos, no tiene vida, no va a un gimnasio, no hace chivos en Instagram. ¡Vive con él, está con él, viaja a Turquía con él! Es agotador. Además, yo creo que él la está usando para joder a Wanda».