Luego del rechazo del Senado a sus candidatos para integrar la Corte Suprema, el Gobierno digiere una derrota previsible que reconfigura el mapa judicial. A esto se suma que el presidente Javier Milei regresó de Estados Unidos sin una foto con Donald Trump, de quien espera un respaldo en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El jefe de Estado viajó acompañado como siempre por su hermana, la secretaria de Presidencia Karina Milei. Pero además, subió al avión oficial al ministro de Economía, Luis Caputo, en el marco de una semana de volatilidad en los mercados. Todo hacía suponer que la presencia del funcionario era clave para avanzar en las negociaciones. Sin embargo, la única actividad a la cual asistieron los tres fue una cena de la organización American Patriots Gala, que galardonó al mandatario.
Ante la consulta de Ámbito acerca de por qué el Presidente no fue recibido por su par Donald Trump, fuentes oficiales deslizaron que el estadounidense tuvo un inconveniente técnico con el helicóptero que debía trasladarlo a Palm Beach. Según la prensa norteamericana, el mandatario de ese país tenía agendado además para el mismo día un torneo de golf.
Embed – https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/LuisCaputoAR/status/1907976623439200287&partner=&hide_thread=false
Ahora, las miradas apuntan al gestor del viaje por la desinteligencia, que fue el canciller Gerardo Werthein, quien horas antes de la llegada de Milei dio por sentado el encuentro «en su casa», en alusión a Trump. El norteamericano arribó pasadas las 23 a Mar a Lago, cuando ya no quedaba nadie en las mesas, y se fue a descansar a su residencia. En tanto, el vuelo que trajo de regreso a Milei partió a las 0.39 desde el Aeropuerto de Miami. El presidente argentino arribó al país este viernes por la mañana, y permanecerá trabajando desde la Quinta de Olivos.
Corte Suprema: la otra derrota del Gobierno
Como contó este medio, en Casa Rosada sabían el jueves que se encaminaban a una derrota segura en su intención de postular a Ariel Lijo y de mantener a Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema.
Sin plan B, el Gobierno intentó hasta último momento frenar la sesión y, no consiguiéndolo, apuntó contra la presidenta del Senado, Victoria Villarruel. La vicepresidenta se defendió utilizando sus redes sociales y aclaró que «lo que ocurra en la sesión lo decidirán los senadores como corresponde al Poder Legislativo en su función institucional«.
Según pudo reconstruir Ámbito, Villarruel llamó por teléfono a Bartolomé Abdala en el momento en que debía firmar el decreto con el cual el Ejecutivo pretendía suspender la sesión, y le pidió que concurriera de manera urgente a su despacho.
Embed – https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/MileiEmperador/status/1907836837667783138?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1907836837667783138%7Ctwgr%5Ea8866351d1f420171921738e9708238b26397065%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.letrap.com.ar%2Fpolitica%2Fsin-plan-b-ariel-lijo-la-casa-rosada-culpa-victoria-villarruel-n5415111&partner=&hide_thread=false
Que hace la Vicepresidente de la Nacion en ejercicio de la Presidencia de la Nación en su despacho del Senado operando la sesión de hoy? Casi seguro que es un delito eso.
— John (@MileiEmperador) April 3, 2025
Minutos después de eso, una cuenta de X que se le atribuye a Santiago Caputo acusó a Villarruel de estar «operando la sesión», frente a lo cual la Vicepresidenta se expresó también en redes sociales, desligándose por completo.
Con Milei fuera del país, el asesor presidencial, uno de los principales armadores de la estrategia de llevar a los candidatos propios a la Corte junto a su amigo, el Secretario de Justicia Sebastián Amerio, siguió de cerca la sesión y fue uno de los últimos funcionarios en abandonar Casa Rosada, cerca de las 21.30 del jueves.
Por estas horas, en Balcarce 50 monitorean la situación de García-Mansilla, a quien la Corte ya le tomó juramento, y pese a que podría optar por seguir en el órgano judicial en calidad de comisión hasta fin de año, también podría desistir en las próximas horas del cargo al no contar con el aval del Congreso.