lunes, 7 abril, 2025
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La CNMC consulta a más de 20 bancos y cerca de 20 patronales sobre los compromisos del BBVA para comprar el Sabadell

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha consultado a 40 agentes económicos sobre los compromisos para solventar problemas de competencia propuestos por el BBVA para lograr que el organismo le apruebe la oferta pública de adquisición (opa) del Sabadell. Ligeramente más de la mitad son competidores de las dos entidades, como bancos tradicionales, ‘fintechs’ (empresas tecnológicas del sector financiero) y firmas de intermediación de pagos. El resto son principalmente asociaciones empresariales de distinto tipo, según ha podido saber este diario. La institución, por tanto, ha decidido excluir del test de mercado a otros colectivos, como los sindicatos o la asociación de pequeños accionistas de la entidad catalana. 

Aunque la intención inicial de la CNMC era realizar como mucho una consulta restringida principalmente al resto de bancos, similar a la que ya hizo en otoño, finalmente ha ampliado el examen a algunas de las 79 organizaciones a las que no dejó personarse como partes interesadas en el procedimiento de análisis de la opa, como pretendía el Sabadell. Eso sí, en un número limitado. El organismo ha consultado, entre otros, a la gran patronal nacional, la CEOE; la patronal vallesana Cecot; tres asociaciones de pymes (Pimec, Cepyme y Conpymes); una de autónomos (ATA); y algunas cámaras de comercio (como la de Alicante y el Consell de Cambres de Catalunya). También ha enviado el test a la asociación de consumidores financieros Asufin.

El criterio que ha parecido seguir Competencia, por tanto, es el de consultar a representantes institucionales de los clientes del Sabadell, particularmente en los segmentos de mercados (pymes y autónomos) y territorios (Catalunya y Alicante) potencialmente más afectados por la posible desaparición de la entidad catalana. En cambio, la CNMC no ha contactado ni con los representantes de los trabajadores (como los sindicatos UGT y CCOO) ni de los pequeños accionistas (Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell), probablemente bajo el criterio de que los efectos que tendría la operación sobre estos colectivos no tendrían que ver con la competencia.  

Criterio de corte

El organismo, en la misma línea, tampoco ha consultado a organizaciones no directamente ligadas con los clientes pero que quisieron personarse en el procedimiento, como el Col·legi d’Economistes de Catalunya. También han quedado fuera del test la gran patronal catalana (Foment) y la gallega (CEG), pero en este caso probablemente por entender que ya están representadas por la CEOE, de la que forman parte. Por el mismo criterio, han quedado también excluidas la Cambra de Comerç de Barcelona y la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante. Más llamativo resulta que no se haya consultado a la asociación de autónomos UPTA, vinculada a UGT. 

Las reacciones a la selección realizada por la CNMC no se han hecho esperar. UGT ha asegurado que su exclusión del test «contraviene los principios de pluralidad y participación efectiva en un asunto con profundas implicaciones económicas, sociales y laborales para el país», al tiempo que ha afirmado que la operación puede suponer la pérdida de hasta 10.500 empleos directos y el cierre de entre 589 y 883 oficinas. Por su parte, la asociación de accionistas minoritarios del Sabadell, presidida por el expolítico Jordi Casas, ha remitido una carta a la presidenta del organismo de competencia, Cani Fernández, para expresarle su «preocupación».  

Del lado de los que sí han sido consultados, las asociaciones que representan a las pymes, como Cepyme y Conpymes, ya han adelantado su intención de trasladar a la CNMC su rechazo a los nuevos compromisos ofrecidos por el BBVA. Pimec, en particular, ha pedido que se amplíe el plazo de 10 días laborales para contestar (también lo ha hecho el Consell de Cambres), al tiempo que ha adelantado que entiende que la propuesta del banco de origen vasco «no resuelve los problemas estructurales» que ha identificado en la operación. Las entidades financieras, en cambio, no ven mayores problemas en la desaparición del Sabadell. «Es como preguntarle al zorro qué piensa si sueltan las gallinas«, viene criticando Josep Oliu, presidente de la entidad catalana. 

Fase final

El BBVA presentó el martes de la semana pasada a la CNMC su quinta ronda de compromisos para lograr que la institución apruebe la integración, después de negociar durante meses con el organismo las propuestas anteriores (de 23 de septiembre, 25 de octubre, 11 de diciembre y 20 de febrero). Competencia, por su parte, inició el jueves un test de mercado para que distintos agentes económicos opinen sobre dichos compromisos y le ayuden a formarse criterio. Los encuestados recibieron un documento de dos folios en el que se les recuerda su obligación legal de contestar, así como otro de 11 folios en el que se recogen las propuestas de BBVA. 

La intención de la CNMC es aprobar su dictamen sobre la operación en abril, aunque se contempla entrar unos días en mayo si es imprescindible. La realización del test de mercado podría implicar unas tres semanas más de trabajos: las partes consultadas tienen diez días laborables para contestar (dos semanas naturales) y los técnicos de la CNMC necesitarían unos días para analizar los resultados. El dictamen, por tanto, podría demorarse hasta finales de mes o, como mucho (teniendo en cuenta el puente del día de los trabajadores y el día de la Comunidad de Madrid), la primera semana de mayo (martes 6, en principio). Pero no más allá, salvo sorpresa. 

De hecho, la sala de competencia de su consejo y la dirección de competencia del organismo están ya en conversaciones para pactar los detalles del dictamen. Aunque el test de mercado ha elevado la incertidumbre, desde hace semanas se da por descontado (lo ha asumido públicamente hasta el banco catalán) que la CNMC aprobará la operación con unos compromisos mayores que los 14 propuestos en un principio por BBVA, pero aceptables para el mismo. De ser así, el Gobierno -que ha mostrado su preocupación por la operación, pero no ha aclarado qué hará- tendrá la opción legal de imponerle condiciones adicionales. Es en lo que confía el Sabadell y lo que teme BBVA. En este sentido, las respuestas que las patronales den a la consulta puede dar argumentos adicionales al Ejecutivo para pronunciarse. 

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