A casi tres años de la muerte de Mauricio Waldemar López, ocurrida el 30 de junio de 2022, la Justicia eleva a juicio la causa que involucra a los padres de Javier Pastore, Juan Carlos Pastore y Patricia Coseani, y a su hermano, Ariel Pastore. Los tres están acusados de homicidio culposo agravado por la muerte del operario de 31 años en la metalúrgica Cord-Mold, ubicada en barrio Empalme de la ciudad de Córdoba.
Mauricio López, quien tenía un hijo pequeño, había conseguido trabajo en la metalúrgica gracias a su buena relación con Ariel Pastore y con el propio Javier Pastore, con quien incluso compartía la pasión por el fútbol. Sin embargo, su vida terminó trágicamente cuando ingresó a limpiar virutas de metal de una máquina fresadora que, según la investigación, estaba activa y con el sistema de seguridad desactivado manualmente.
Qué dice la causa
La investigación del fiscal Tomás Casas determinó, tras analizar peritajes y testimonios de empleados, que la muerte de López se debió a que la fresadora estaba funcionando mientras él realizaba la limpieza. Se subraya que varias máquinas tenían los dispositivos de seguridad alterados para no detener la producción durante las tareas de limpieza, una práctica que se habría llevado a cabo durante al menos cuatro años, según testimonios de otros empleados.
Un dato que llamó la atención de la fiscalía fue que, días después de la tragedia, los peritos constataron que las medidas de seguridad estaban colocadas correctamente, a diferencia de lo que se observó el día de la muerte de López. Además, se detectó que el sistema de almacenamiento de las grabaciones de las cámaras de seguridad (DVR) había sido alterado.
El pedido de la familia
La elevación a juicio es el resultado de una “larga lucha” de la familia de López, quienes desde el principio sospecharon de las circunstancias de la muerte debido a la “frialdad” mostrada por la familia Pastore.
El abogado de la familia López, Pedro Despouy Santoro, especialista en seguridad, afirmó que la máquina “no contaba con los elementos de seguridad porque la empresa había tomado la decisión de sacárselos para que trabajara de manera más ágil y rápida”.
El letrado valoró -en diálogo con radio Mitre- que la causa ahora pueda radicarse en una Cámara para llevarse adelante el juicio. E
En la entrevista radial, Despouy Santoro explicó que la metalúrgica se dedicaba a la fabricación de moldes de metal y que la decisión de quitar los mecanismos de seguridad para agilizar la producción era una práctica “habitual” en la empresa. Consideró que esta situación podría acercarse a la figura de un “dolo eventual”, aunque actualmente la imputación es por homicidio culposo.
Estela, la madre de Mauricio López, expresó su dolor y la falta de respuestas por parte de los dueños de la fábrica.
“Recordar el 30, maldito 30 de junio, que Mauricio trabajaba como cualquier día normal y nunca más lo vimos (…) 3 años y ni una respuesta”, lamentó. Tanto ella como el padre de Mauricio, Mario, denunciaron en su momento que la causa estuvo “inmovilizada” y que “no tuvieron respuesta de nadie”. La madre de la víctima solo espera que “se haga justicia para que Mauricio descanse en paz” y que no vuelva a ocurrir algo similar.
La causa ahora espera ser radicada en una Cámara para que se pueda llevar adelante el juicio oral y público donde se buscará determinar la responsabilidad de la familia Pastore en la trágica muerte de Mauricio López y dar una respuesta al reclamo de justicia de sus seres queridos. También se lleva adelante un reclamo civil.