Más de mil personas asistieron, este miércoles 23 de abril, al acto central que se realizó en conmemoración del Día del Holocausto y del Heroísmo, a 82 años del levantamiento del gueto de Varsovia, organizado por la DAIA y el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Al comienzo de la ceremonia (que contó con la dirección musical de Ángel Mahler), subieron al escenario Monseñor Raúl Pizarro, secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, y Alberto Zimerman, secretario interconfesional, para realizar un minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido papa Francisco.
A continuación, el periodista Diego Sehinkman habló de “todos aquellos jóvenes que en las diferentes épocas mostraron el camino a seguir: el de la resistencia; el del liderazgo; la valentía, la resiliencia y el permanente entusiasmo por preservar la memoria y la vida judía”.
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Por su parte, el presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Marcelo Mindlin, recordó que “el próximo año, Argentina asumirá por primera vez la presidencia de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), un desafío y una oportunidad única para mostrar el trabajo realizado en la construcción y difusión de la memoria de la Shoá. Nuestro país ejercerá esta responsabilidad con contundencia y acercará a la IHRA a la realidad latinoamericana, impulsando la adhesión de otros países de la región”.
Helene Gutkowski, Noelly Talgham, Rosa Rotenberg, Marion Eppinger, Ruth Marshall y Manfredo Leopoldo Dziubek, sobrevivientes del nazismo, encendieron seis velas en memoria de las 6 millones de víctimas del régimen genocida implantado por Adolf Hitler el siglo pasado.
Luego, Micaela Rudaeff, en representación de Lior Rudaeff; Mirta Tinaro, en representación de Ariel y David Cunio (todavía secuestrados en Gaza); y el embajador del Estado de Israel, Eyal Sela, prendieron una vela en memoria de las personas asesinadas por el grupo terrorista Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023.
El presidente de la DAIA, Mauro Berenstein, remarcó que “este día no es sólo para recordar, es un llamado a actuar, a abrir los ojos, porque el antisemitismo no quedó enterrado en los campos de concentración. Hoy, lamentablemente, lo vemos resurgir”.
Y agregó: “Es urgente enseñar a las nuevas generaciones a distinguir entre lo que parece justo y lo que verdaderamente lo es, a desarrollar un pensamiento crítico, a cuestionar los mensajes que consumen y, sobre todo, a no olvidar la historia. Porque sin memoria se corre el riesgo de repetir los errores más oscuros de la humanidad”.
Durante el acto, los artistas Florencia Spinelli y Germán Tripel representaron la historia de Jerzy Bielecky y Cyla Cybulska, quienes se conocieron y enamoraron en el campo de concentración de Auschwitz.
Posteriormente, Josette Laznowski, sobreviviente de la Shoá, advirtió que “el Holocausto no es algo del pasado solamente. Este acto y quienes están presentes son una muestra de ello. Los sucesos ocurridos después del 7 de octubre también son una prueba. Nos alertan y nos conducen a dar testimonios, no debemos olvidar”.
«Frente a los sucesos actuales, se impone nuestra misión y obligación de contar. Nuestro testimonio es una de las herramientas más poderosas para evitar que el horror se repita. Doy mi testimonio para transmitir un mensaje positivo: debemos enfrentar toda forma de discriminación e injusticia. No seamos indiferentes cuando veamos algo que no está bien o cuando veamos a alguien sufrir”, añadió.
Luego, las sobrevivientes de la masacre en el Festival Nova, el 7 de octubre de 2023, Alejandra López y Laura Malo, dieron testimonio de la experiencia extrema que les tocó vivir.
En representación de los movimientos juveniles, Micaela Gorkin explicó que “la memoria no puede quedar solamente en manos de quienes la protagonizaron. Cada testimonio que escuchamos hoy es un mandato. Nos toca a nosotros, como jóvenes, como madrijim, como educadores, tomar esa antorcha y sostenerla”.
Es hora de decir basta
Los artistas Franco Yan e Isabella Sorrentino, por su parte, evocaron a los “seis millones de almas que fueron arrancadas de este mundo. Cada una era un universo entero. Cada una tenía una voz, un sueño, una canción. No murieron como números, vivieron como personas. Y esa vida la seguimos nombrando. Hay que mirar con el alma. Ver la luz donde otros solo ven oscuridad”.
La ceremonia terminó con la entonación del Hatikva (Himno Nacional del Estado de Israel) y el Himno de los Partisanos, interpretado por Enrique Grinberg, Guillermo Gutkin, Soledad de la Rosa y el Coro Banco Nación.
El acto contó con la presencia de sobrevivientes del nazismo, familiares de personas secuestradas por Hamás, una delegación de parlamentarios israelíes, autoridades nacionales, provinciales y municipales, jueces, referentes políticos, diplomáticos, representantes de diferentes religiones y dirigentes comunitarios, entre otros.
HM/ML