“Si para ganar un partido hay que hacer cinco goles, es imposible. No tuvimos eficacia”, se lamentó el entrenador del Córdoba CF, Iván Ania, tras la goleada encajada en Huesca por 4-1, a finales de septiembre. Un par de meses después, el conjunto blanquiverde caía en el Nuevo Mirandilla por 2-0. Tras la nueva decepción, el técnico blanquiverde insistió: “Si no dejamos la portería a cero es difícil ganar partidos porque no tenemos eficacia como visitantes”, se quejó el asturiano, conocedor de la serie que, como visitante, acompañaba a su equipo, tanto hasta el partido en Cádiz como posteriormente.
En nueve partidos, un punto; en dos, cinco
En nueve partidos como visitante, el Córdoba CF había sumado un solo punto, en Albacete, y gracias al chispazo individual de Jacobo González (1-1). No sólo era importante la estadística, casi todo derrotas, sino también las formas. Porque salvo en alguna excepción, el Córdoba CF caía siempre claramente. 1-0 en Miranda de Ebro, 3-1 en Elche, 4-1 en Huesca, 1-0 en Granada, 2-0 en Santander y en Cádiz, 4-0 en Almería y 2-0 en Gijón. 20 goles en contra y sólo tres a favor en nueve partidos.
Pero la teoría de la juventud de la plantilla que, a imagen y semejanza de un equipo filial debía adquirir experiencia a pasos acelerados, pareció tomar cuerpo en el último mes del 2024. Y la solución, aparentemente, no llegó tanto por la defensa, como insistía el asturiano, como por la efectividad en ataque. Porque en los dos últimos partidos a domicilio, el Córdoba CF sumó cuatro puntos (más que en los nueve anteriores) y marcó cinco goles (por los tres que había anotado en los nueve encuentros previos). De hecho, tanto el Levante como el Real Oviedo marcaron dos goles cada uno de ellos y el Córdoba CF, pese a que no suponían unos números defensivos para presumir, encontró la respuesta en la capacidad ofensiva, marcando dos goles en el Ciutat de Valencia y tres en el Carlos Tartiere. Si en seis encuentros lejos de El Arcángel el Córdoba CF había anotado un solo gol y en tres de ellos se había quedado en un solo tanto, en los dos últimos compromisos de Liga anotó esas cinco dianas que reportaron cinco puntos, lo que relanzó al conjunto blanquiverde en la clasificación, alejando el descenso a nada menos que siete puntos, la mayor distancia de la temporada.
Maduración
Y esa capacidad realizadora del Córdoba CF tiene algunos nombres destacados, pero uno sobresale del resto: Antonio Casas. El rambleño se ha destapado a sus 24 años como lo que prometía, un goleador más que apto para la categoría y con sus ocho goles ha confirmado que el interés por él es lógico. Pero no ha sido el único en ayudar en ese crecimiento realizador blanquiverde, sobre todo lejos de casa. Theo Zidane anotó en Oviedo su cuarto tanto de la temporada (a los que hay que añadir una asistencia de gol), una proyección de ocho goles a final de Liga que para un futbolista de 22 años, no delantero y debutando también en Segunda es más que reseñable. Obviamente, a ellos hay que añadir hombres como Jacobo González (tres goles y cinco asistencias) o Christian Carracedo (dos goles y cuatro asistencias), con los que ya se contaba de antemano por su experiencia, y otros, también jóvenes, con un impacto menor que el francés, como Álex Sala (un gol y tres asistencias) o Ander Yoldi (dos goles y una asistencia).
Esa aparente madurez a la que apunta el Córdoba CF le vendrá más que bien para una segunda vuelta en donde El Arcángel será el gran campo de batalla por la permanencia. El equipo de Iván Ania recibirá en el coliseo ribereño al Almería, al Racing de Santander, al Huesca, al Granada, al Sporting, al Elche, al Levante, al Oviedo, al Cádiz, al Mirandés y al Albacete. De los 11, al menos ocho estarán jugándose el ascenso o una plaza en los play off a Primera División.
Y aunque parece haber mostrado mayor equilibrio en el juego en las últimas jornadas, la victoria no ha llegado por cortar el grifo en las concesiones defensivas en forma de gol, sino por aumentar la producción goleadora, sobre todo lejos de El Arcángel.
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