Brasil. Una aeronave bimotor de pequeño tamaño se desplomó en la mañana de ayer cerca del centro de la ciudad turística de Gramado, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, y las diez personas que iban a bordo murieron, detalló la Defensa Civil Nacional a media tarde.
Las víctimas, tanto el tripulante como los pasajeros, eran de la misma familia, según informaciones preliminares del organismo.
Medios locales afirmaron que se trataría del empresario Luiz Cláudio Galeazzi, quien pilotaba la avioneta, y su familia.
Más temprano, el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, había señalado en redes sociales que las informaciones iniciales apuntaban a que los pasajeros no sobrevivieron: “Infelizmente, las informaciones iniciales indican que los ocupantes del avión no sobrevivieron (…) Estoy acompañando junto a las fuerzas de seguridad del Estado el triste episodio”.
Además, 17 personas que se encontraban en el lugar del accidente resultaron heridas, dos de ellas gravemente, por quemaduras o por haber inhalado el humo del incendio que se desató tras el desplome.
El aparato, un turbohélice Piper Cheyenne 400, chocó primero contra la chimenea de un edificio y luego contra el segundo piso de una casa para después caer sobre una tienda de muebles, dijo en un comunicado la Secretaría de Seguridad Pública regional.
Los destrozos “también alcanzaron a una posada”, añadió.
La aeronave despegó poco después de las 9:00 hora local (12:00 GMT) del aeropuerto regional de Canela, a un par de kilómetros del lugar del accidente, en condiciones de mucha neblina.
El avión se dirigía a la ciudad de Jundiaí, en el estado de São Paulo, si bien en un inicio los bomberos dijeron que viajaba a Florianópolis.
Los videos del accidente muestran un incendio en una explanada con muebles en exposición, en medio de sirenas de bomberos y en un día con mucha niebla.