La explosión de alegría duró apenas unos minutos. Luego fue imposible ignorar los cambios en sus cuerpos. Un moratón en unos brazos antes fuertes, varias cicatrices nuevas, surcos profundos en la cara donde antes no había más que incipientes arrugas y un pelo que había cambiado por completo de color, transfromado en un gris parecido al de los barrotes que le encerraban. La liberación de 92 presos palestinos de las cárceles israelíes ha dado paso a un amargo reencuentro con sus seres queridos, a tenor de las imágenes difundidas por los familiares. Y es que tras la felicidad inicial quedó de manifiesto el calvario sufrido y la constatación de que aún hay miles entre rejas en condiciones similares.
Parte del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás incluía la liberación de los centenares de presos palestinos que el Estado hebreo tiene encerrados en sus infames centros penitenciarios. En total, son más de 10.400 reclusos, según la Asociación de Apoyo a los Presos y Derechos Humanos, más conocida como Addameer. Pero la entente sólo ha garantizado la excarcelación de 1.904 de ellos durante esta primera fase, que también incluirá la liberación de 33 rehenes israelíes secuestrados en Gaza. Son muchas familias palestinas que se quedan sin ver a sus presos o a sus “rehenes”, como prefieren llamarlos, ya que una tercera parte, al menos 3.376, siguen en prisión bajo el régimen de detención administrativa.
“Eso significa que son detenidos sin cargos concretos, y las autoridades israelíes pueden mantenerlos en la cárcel sin realizar un juicio”, explica Amani Srahneh, del Club de Prisioneros Palestinos, a EL PERIÓDICO. Uno de los casos más sonados de detención administrativa ha sido el de la diputada Jalida Jarrar. Esta histórica figura del izquierdista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) salió de prisión la madrugada del lunes como parte del acuerdo de intercambio. Llevaba en la prisión de Ayalon, en la localidad israelí de Ramla, desde el 26 de diciembre de 2023, sin ningún cargo presentado en su contra. Durante los últimos seis meses, estuvo retenida en una celda de aislamiento de un metro por un metro y medio.
56 muertes bajo custodia israelí
Aunque su rostro es conocido para algunos dentro y fuera de los territorios ocupados, su desmejorado aspecto hacía difícil su rápida identificación. A sus 61 años, la larga cabellera negra de la histórica feminista se había transformado en una melena gris, que enmarcaba su cara surcada por las arrugas. Su rostro era el más fiel retrato de lo vivido. “Las condiciones de vida de los prisioneros, tanto hombres como mujeres, son de las más difíciles”, dijo el lunes en rueda de prensa. “Desde 1967 [el inicio de la ocupación militar israelí de Cisjordania] hasta hoy, las circunstancias nunca han sido tan duras, ya sea por los repetidos ataques a prisioneros y prisioneras, los constantes lanzamientos de gas lacrimógeno, la mala calidad y cantidad de la comida o la política de aislamiento impuesta por las fuerzas de ocupación”, ha denunciado, describiendo lo que ella misma ha sufrido.
Las cárceles israelíes son conocidas por el maltrato a los prisioneros palestinos. Agencias de las Naciones Unidas, investigadores y organizaciones de derechos humanos han documentado detenciones arbitrarias, tratos inhumanos y degradantes, torturas y muertes de palestinos bajo custodia israelí. Addameer ha denunciado que, desde el inicio de la guerra contra Gaza el 7 de octubre de 2023, 56 palestinos han perdido la vida en el interior de las cárceles israelíes, el mayor número de la historia. Además, las autoridades tienen secuestrados los cadáveres de 65 presos muertos bajo su custodia. No han desvelado aún el número de cuerpos de presos muertos que habían sido detenidos en la Franja de Gaza durante los últimos 15 meses y que mantienen en su posesión.
«Graves malos tratos»
Todos los prisioneros liberados el lunes habían sufrido “graves malos tratos, incluida violencia verbal y física, privaciones y aislamiento”, ha denunciado la política palestina Hanan Ashrawi en ‘X’. Los presos describen las condiciones de vida como absolutamente inhumanas. “Esta política refleja la agenda de este Gobierno, encabezado por [el ministro de Seguridad Nacional, Itamar] Ben Gvir, que pretende tratar a los prisioneros como si no fueran seres humanos”, ha señalado Jarrar. “Desde el 7 de octubre de 2023 hubo un cambio fundamental en la realidad de la vida dentro de las cárceles”, explica Srahneh a este diario.
“Desde 1967 hasta hoy, las circunstancias nunca han sido tan duras, ya sea por los repetidos ataques a prisioneros y prisioneras, los constantes lanzamientos de gas lacrimógeno, la mala calidad y cantidad de la comida o la política de aislamiento impuesta por las fuerzas de ocupación”
Jalida Jarrar
— diputada del Frente Popular para la Liberación de Palestina, liberada este lunes
“Han cortado el agua y la electricidad, han retirado todos los alimentos haciendo que la administración de la cárcel practique la política del hambre”, denuncia la portavoz del Club de Prisioneros Palestinos. La oenegé israelí de derechos humanos B’tselem denunció en un exhaustivo informe en agosto que Israel viene aplicando desde octubre de 2023 una “política institucional y sistemática enfocada en el abuso y tortura de todos los presos”, sin apenas reacción del Tribunal Supremo y la fiscalía general. Los 92 primeros presos palestinos liberados estaban exhaustos, desnutridos y en algunos casos irreconocibles en comparación con lo que eran antes de ingresar a las cárceles israelíes.
Según Addameer, 69 mujeres y 23 niños fueron liberados este lunes de madrugada. Entre ellos, había seis personas que ya fueron liberadas durante el alto el fuego en noviembre de 2023 y nuevamente detenidas después. Ninguna de ellas había sido condenada por asesinato, y más de una cuarta parte estaban detenidas administrativamente. Aún quedan al menos 300 niños palestinos en las cárceles israelíes. También hay 19 mujeres y 68 periodistas. Además, durante la última jornada, el Ejército detuvo a 64 palestinos, incluidos niños de hasta siete años, durante una redada en el este de Qalquilia, en el noroeste de Cisjordania. Los palestinos liberados son muy conscientes de que, bajo la ocupación israelí, la libertad, como la vida, es efímera.