Al cumplirse 28 años del brutal asesinato del reportero gráfico de Noticias, José Luis Cabezas, hubo actos, homenajes, y recordatorios en distintos puntos del país.
El principal estuvo en la sede de Argra, el gremio que nuclea a reporteros gráficos que junto a otras entidades gremiales se reunió para conmemorar al fotógrafo asesinado por sacarle una foto al empresario Alfredo Yabrán.
También hubo recordatorios a lo largo de la semana en otras ciudades del país, como Rosario, La Plata o Río Negro.
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En la jornada de ayer, los principales puntos de conmemoración fueron la Ciudad de Buenos Aires, y Pinamar.
En horas de la mañana hubo un homenaje convocado por la familia en la entrada de la ciudad balnearia, alrededor del monolito. En horas de la tarde la familia se trasladó hasta la cava en la que fue encontrado el cuerpo del reportero gráfico, en las cercanías de Madariaga.
En horas de la tarde-noche, periodistas y reporteros gráficos se nuclearon en la entrada de Pinamar, para homenajear a Cabezas, cuando se cumplen 28 años de su crimen.
“En el acto de Argra (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina) había muchos fotógrafos que vienen sufriendo la represión por parte de las Fuerzas, de manera que retrotraen a muchos años atrás. Algunos lo emparentan con el clima anterior al crimen de Cabezas que había en las calles”, sostuvo Gabriel Michi, compañero de Cabezas en declaraciones tras haber participado del acto de Argra.
“Son cosas que pasan, más allá del discurso presidencial agresivo, que generan un caldo de cultivo que puede derivar en un hecho grave”, dijo Michi, quien compartía la cobertura periodística con el fotógrafo asesinado en Pinamar en el verano del 97.
Quien también habló fue la hermana, Gladys Cabezas y dijo que su hermano era “alegre, buena persona” y criticó duramente a la Justicia: “esta justicia es lenta y no sirve para nada. No hay ningún detenido hace rato”, y agregó: “tenemos un Estado completamente ausente”.
Cabezas era un reportero gráfico que trabaja en la Revista Noticias y estaba cubriendo la temporada en Pinamar en el verano del 97, la localidad balnearia de moda en aquella década, en la que se juntaban celebridades y políticos.
Tras varios días, Cabezas logró sacarle una foto al empresario Yabrán, de quien no se tenía registro fotográfico y quien quería mantener su perfil en la sombra.
Yabrán había sido apuntado por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, y lo había acusado de manejar, mediante testaferros, varias compañías importantes, y de utilizarlas para lavar dinero proveniente del trágico de drogas y armas.
Luego de obtener la foto de Yabrán, Cabezas apareció muerto y calcinado en una cava en la cercanía de la ciudad de Madariaga.