Pedro, un hombre de 41 años que circulaba en motocicleta el pasado 7 de marzo por la Ruta Nacional Nº 38, a la altura de la intersección con Los Talas, en Santa Cruz del Lago, sufrió un gravísimo accidente que lo postró hasta esta fecha en una cama de un centro de salud, con un pronóstico incierto respecto a si podrá o no volver a caminar.
Más allá de este traumático hecho, este miércoles en una entrevista que brindó a Canal El Doce, Pedro denunció una penosa situación que se dio en esa ocasión, mientras yacía en el pavimento inconsciente.
Según relató, el siniestro vial ocurrió esa noche cerca de las 23:00 horas. Mientras circulaba con su motocicleta sintió el impacto de otro rodado. Pedro asegura que el otro conductor cruzó en doble línea. Tras ser despedido de su motocicleta, el hombre quedó inconsciente y en lugar de recibir auxilio inmediato, alguien se aprovechó de su situación y le robó el celular y la billetera.
Según el parte policial, Pedro circulaba en una motocicleta Guerrero 150 cc cuando fue embestido por un automóvil Chevrolet Corsa conducido por un hombre de 49 años. Producto del impacto, sufrió una fractura de fémur y fue trasladado de urgencia al hospital Domingo Funes. A 11 días del siniestro, continúa internado y su recuperación depende de la llegada de una prótesis que aún no ha recibido.
En la entrevista, Pedro precisó: “Tengo fracturas en el tobillo, peroné y fémur. No puedo caminar hasta que me coloquen la prótesis, pero no dispongo de esa suma de dinero”, explicó. Además, reveló que lleva 11 días postrado en la misma posición, con dolores constantes y una incertidumbre total sobre su futuro.
Respecto a lo sucedido aquella noche, Pedro contó que perdió el conocimiento tras el impacto y, al despertar, notó que le faltaban sus pertenencias. “Cuando quise agarrar el celular para avisar a mi familia, no lo tenía. Me tocaron los bolsillos y me habían robado todo: el teléfono, la billetera y el dinero”, relató. Sin poder identificar a quien lo auxilió o robó, se enfrenta a una difícil situación económica y de salud.
El motociclista, que se dedicaba a trabajar por su cuenta, ahora tiene por delante seis meses de lenta recuperación sin saber cómo podrá pagar el alquiler de su vivienda ni cómo poder ganarse la vida. “No sé si voy a salir caminando con la prótesis o en silla de ruedas. Me cambió la vida para siempre”, manifestó con angustia.