jueves, 20 marzo, 2025
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La cuarentena fallera del president Mazón

Acaba el ciclo del fuego y la purificación. Renace un nuevo tiempo desde las cenizas, también para el president Carlos Mazón, que quiere hacer coincidir el final de este largo mes fallero, este año más parecido a un viacrucis, con una reactivación de su iniciativa política que tendrá este jueves su reset. 

Antes de llegar a la presentación de los presupuestos para 2025 tras varios aplazamientos, que será este jueves, el jefe del Consell ha pasado unas semanas de obligado perfil bajo, ausente en todos los actos falleros y evitando escenas de contestación social, a falta del broche final a las fiestas de la ‘cremà’ de este miércoles, aunque no hay previsión oficial de presencia.

La primera falta ya fue sonada. Mazón se borró de la ‘Crida’ de las Fallas el 23 de febrero, un gesto casi inédito en un president. Tenía pretexto: el día siguiente tenía programada una conferencia en Madrid, una mañana donde el relato comenzó a torcerse para el jefe del Consell, que no logró los réditos esperados de la visita a la capital.

Ya metidos en el ciclo fallero, el president ha evitado todo contacto con la calle. Ha tenido actos en Alicante (el día 3 en la ciudad y el día 14 en Elx), un par de fines de semanas sin agenda pública; un paso necesario por Castelló, donde tuvo que desplazarse de urgencia por un temporal meteorológico; o una jornada completa en las instituciones europeas, en Bruselas, un mal día para el Consell, ya que coincidió con la publicación del auto de la jueza de Catarroja que contradice la versión de la Generalitat sobre las responsabilidades de lo que sucedió el 29 de octubre.

En estas tres semanas falleras, también ha tenido dos encuentros con el mundo empresarial (uno de ellos con la presencia del rey incluida) y, finalmente, algunos actos en Valencia ciudad, como la inauguración de una exposición (convertida en un asedio de cámaras) dos días después de conocerse el auto de la jueza, y sendos encuentros públicos puertas adentro del Palau: los reconocimientos por el Día de la Mujer y las recepciones falleras del día 17 de marzo.

La alcaldesa María José Catalá, durante la ronda fallera. / L-EMV

En esa recepción comenzó y terminó la agenda festiva del president, sin apenas exposición pública. Nada comparable con la incesante actividad fallera que mantuvo en 2023 (a las puertas de la campaña electoral) y en 2024 (ya coronado como ‘president’). Su delicada situación política ha provocado cierto vértigo al balcón del ayuntamiento, símbolo de la presencia de autoridades durante la mascletà.

Ausencia del balcón

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no se ha dejado ver en Fallas por primera vez en tres años. Con una cuarentena sobre territorio valenciano, solo han acudido el alcalde de Madrid, Martínez Almeida, y un visita casi invisible de Borja Sémper. Eso, sí, por el balcón ha pasado buena parte del Consell. Otros referentes del partido con participación directa en la gestión de la dana, como la alcaldesa Catalá o el presidente provincial, Vicent Mompó, sí han realizado una agenda normal estos días sin reportar incidente alguno.

En este sentido, la alcaldesa ha señalado este miércoles que el ‘president’ de la Generalitat «siempre» está invitado a presenciar ‘la mascletà’ desde el balcón del Ayuntamiento. Por su parte, la vicepresidenta primera, Susana Camarero, interrogada por la ausencia de Mazón se ha limitado a desear «el mejor día de San José y a los papás toda la felicidad».

Reset tras Fallas

El repliegue de Mazón le ha apartado de la actividad fallera como nunca antes había sucedido con un president de la Generalitat. Con todo, el PP trata de justificar su inédita y evidente ‘bunkerización’ durante la fiesta más relevante de la autonomía que gobierna y alega que está “centrado en la reconstrucción” de la dana y realizando “trabajo de despacho”. Es la consigna que Génova le impuso tras el incendio generado con el listado de llamadas del 29-O aireado en su desayuno informativo en Madrid y la confirmación, exhibida como un logro por la Generalitat, de su tardía llegada al Cecopi: enterrar el debate sobre su agenda del día D y poner el foco en la recuperación

Mazón ha acatado la orden y ha aprovechado este tiempo alejado de los focos para rearmar su estrategia política. Este lunes buscó un golpe de efecto con el anuncio de un pacto con Vox que acerca la aprobación de los presupuestos de 2025, que no eran indispensables cuando estaban en el aire pero se han convertido en “imprescindibles” ahora que están encarrilados. El precio pagado por este apoyo –abrazar el ideario ultra en inmigración y políticas verdes– evidencia la necesidad del president de cerrar este acuerdo, que aunque le da cierto margen de maniobra no desactiva la operación relevo que barrunta la dirección nacional desde hace meses.

En cualquier caso, su renovada alianza con Vox le hace tomar algo de aire y le abre la puerta a retomar cierta iniciativa política, aunque siempre con un ojo mirando al juzgado de Catarroja. En esa línea parece que se ha diseñado el calendario más próximo: este jueves el Consell presenta los presupuestos de 2025 (que tendrán que ser acordados con los de Santiago Abascal) y cerrará la semana, salvo cambio de calendario, con la presentación del informe de diagnóstico de la situación tras la dana, diseñado por el vicepresidente para la reconstrucción Francisco José Gan Pampols.

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