EL CAIRO, Egipto (AP) — Un conocido grupo paramilitar que lucha contra el ejército de Sudán anunció la formación de un gobierno rival, que regirá las zonas del país controladas por el grupo, incluida la región occidental de Darfur, donde según Naciones Unidas los recientes ataques de la milicia han matado a más de 400 personas.
El general Mohammed Hamdan Dagalo, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido, anunció la medida en un discurso el martes, coincidiendo con el segundo aniversario del inicio de la guerra civil en la nación del noreste de África.
«En este aniversario, declaramos con orgullo el establecimiento del Gobierno de Paz y Unidad», afirmó Dagalo en un discurso grabado, agregando que otros grupos se han unido al ejecutivo liderado por las FAR, incluyendo una facción del Movimiento de Liberación de Sudán, que controla partes de la región de Kordofán.
Dagalo, quien está sancionado por Estados Unidos por acusaciones de genocidio cometido por sus tropas en Darfur, dijo que él y sus aliados establecerán «un Consejo Presidencial de 15 miembros» que representa a todas las regiones del país.
El anuncio coincidió con una serie de reveses en el campo de batalla para las FAR, que han perdido la capital, Jartum, y otras ciudades en los últimos meses. Desde entonces, el grupo paramilitar se ha reagrupado en su bastión en la extensa región de Darfur.
Esto aviva la preocupación de que Sudán pueda encaminarse a una división o a un conflicto prolongado como el de la vecina Libia, donde dos gobiernos rivales llevan más de una década luchando por el poder. Sudán del Sur se independizó de Sudán en un referéndum en 2011 que siguió a una guerra en la que las milicias janjaweed, predecesoras de las FAR, lucharon en nombre del gobierno.
Los janjaweed fueron acusados de asesinatos masivos, violaciones y otras atrocidades.
Muchos países, incluidos Estados Unidos, han rechazado los esfuerzos de las FAR para establecer una administración en las zonas que controlan.
“Los intentos de establecer un gobierno paralelo no son útiles para la paz y la seguridad del país, y conllevan un riesgo de mayor inestabilidad y de división de facto del país”, publicó en X la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado estadounidense en marzo, cuando las FAR y sus aliados firmaron lo que calificaron de “Constitución de transición” en una conferencia organizada por Kenia.
Sudán se sumió en el caos el 15 de abril de 2023, cuando las tensiones latentes entre el ejército y las FAR estallaron en una guerra abierta en todo el país.
Desde entonces, al menos 24.000 personas han muerto, aunque es probable que la cifra real de víctimas sea mucho mayor. La guerra ha desplazado a unos 13 millones de personas de sus hogares, incluyendo cuatro millones que huyeron a países vecinos, y ha dejado partes del país en una situación de hambruna.
Los combates han estado marcados por atrocidades como violaciones masivas y asesinatos por motivos étnicos, que constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, especialmente en Darfur, según la ONU y grupos internacionales de derechos humanos.
El anuncio de Dagalo se produjo pocos días después de que sus fuerzas y milicias aliadas arrasaron dos campamentos afectados por la hambruna en los que vivían unos 700.000 sudaneses desplazados, en la provincia de Darfur del Norte.
El ataque de varios días a los campamentos de Zamzam y Abu Shouk dejó más de 400 muertos, entre ellos 12 trabajadores humanitarios y decenas de niños, de acuerdo con la oficina humanitaria de la ONU, que citó a fuentes locales.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo el martes que el ataque obligó a hasta 400.000 personas a huir de Zamzam en los últimos días.
No se puede acceder al campamento luego de que las FAR y sus milicias aliadas se hicieron con su control, “restringiendo el movimiento de los que permanecen, especialmente los jóvenes”, añadió.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.