Racing de Nueva Italia realizó una presentación oficial ante AFA para que le reconozcan el título de la Copa Presidente que se disputó en 1981, lo que lo convertiría en el primer equipo del interior del país en conseguir un título internacional.
Durante este evento, se presentó una réplica de la Copa Presidente porque no se la trajeron en aquella oportunidad. Vale recordar que fue un título compartido. Ese certamen se jugó por 17 temporadas de manera consecutiva. El plantel de Racing se trajo solo las medallas.
Estuvieron presentes: Juan Manuel Ramos, Roberto Gasparini, Luis Amuchástegui, Atilio Oyola, Lucio Del Mul, Jorge Maldonado, Héctor Maldonado, Ángel Feliu, Pascual Noriega, Enrique Vivanco, Raúl Malavolta, Rubén Molina, Hugo Beutke y Marcelo Quiñones. También la esposa Oscar “Panza” López.
De qué se trata
La Copa Presidente, tal la denominación del certamen, era una cita anual fiscalizada por la Asociación de Fútbol de Corea del Sur. Su primera edición se disputó en 1971 y extendió su realización hasta 1999 con varios cambios de formatos, pero siempre bajo el sistema de invitación. Los primeros torneos estuvieron reservados a seleccionados nacionales asiáticos, pero a partir de 1975, por iniciativa del presidente de la Fifa, Joao Havelange, el torneo se abrió a las restantes confederaciones.
En 1981, con el fútbol argentino cotizado como nunca antes, la organización se fijó una meta alta: invitar al campeón nacional del país detentor de la Copa Mundial de la Fifa.
El primer contacto se dirigió a Rosario para conseguir la participación de Central, ganador del Nacional, pero como la dirigencia rosarina rechazó el convite por problemas de calendario derivados de su intervención en la Copa Libertadores. Su negativa le abrió el camino a Racing, en su condición de subcampeón nacional.
Racing tomó el campeonato con la seriedad que su bautismo internacional le imponía. Viajó una semana antes del inicio del certamen para aclimatarse al cambio del huso horario y, sobre todo, para adaptarse a la comida.
La final se disputó con el local y tras empatar en los 90 reglamentarios 2 a 2, todos esperaban que se jugara el suplementario, como estaba estipulado en el reglamento, pero los organizadores decidieron dar por terminado el torneo y el título fue compartido entre los ambos conjuntos.
El día de la final, 26 de junio, en la concentración de Racing todo transcurrió en orden y cuando los jugadores se disponían a subir al ómnibus para el traslado a la cancha, el clima de la ciudad se convirtió en un escenario apocalíptico. De repente, comenzaron a volar helicópteros, las calles se llenaron de ambulancias, camiones con soldados, explosiones y hasta tanques de guerra. Fue una hecatombe.