Se llama Irene, ahora tiene cinco años, una ficha con sus datos abierta en el Centro Nacional de Desaparecidos del ministerio del Interior y otra en la asociación SOS Desaparecidos. Esta semana, su cara y sus ojos marrones se están viendo hasta 40 millones de veces en cajeros automáticos de toda Europa.
La última vez que vieron a Irene, según los datos de la investigación policial, fue el 27 de mayo de 2023, bajando de un ferry en Barcelona. Un día después, su madre, María, tenía que entregársela al padre, Ángel, que había conseguido en los juzgados la custodia de la niña.
Un metro de altura
El padre no está con su hija desde el 1 de agosto de 2022, una fecha que no olvida. Desde entonces, pudo mantener algunas videollamadas con ella, hasta mayo de 2023. El día 18 de aquel mes, el juzgado número 2 de Guadalajara le otorgó la custodia de su hija. La madre tenía que entregársela el 28 de mayo. No lo hizo y el padre denunció entonces ante la Policía Nacional la desaparición de Irene, que tenía 3 años y medía exactamente 1 metro de estatura.
La investigación sobre el paradero de la niña, y de su madre, se pierde en Barcelona, cuando ambas bajaron de ese ferry a bordo de un coche, un Dacia Sandero de color azul, propiedad de la abuela materna de Irene. Para tratar de localizarlas, el Centro Nacional de Desaparecidos y la asociación SOS Desaparecidos han abierto fichas y carteles con su caso.
La segunda vez
El padre de Irene, que vive en Alcalá de Henares, aseguró en su denuncia ante la policía que era la segunda vez que la madre se llevaba ilegalmente a la niña. La primera fue en octubre de 2022, después de que los dos adultos rompieron su relación de pareja. Ella se fue entonces a Mallorca con la niña y el padre la denunció. El juzgado de Guadalajara abrió diligencias contra la mujer, que están todavía pendientes de juicio.
Tras la separación y su fuga con su hija, la madre, por su parte, acusó a su ex pareja de malos tratos. Esa denuncia fue archivada. Posteriormente, y ante la insistencia del padre en conocer el paradero de su hija, la mujer lo denunció de nuevo, esta vez por acoso. Esa segunda denuncia también fue archivada. En ese contexto, el juzgado otorgó en mayo de 2023 la custodia provisional de Irene a su padre. Y días después se produjo la desaparición de madre e hija.
Dieta vegana estricta
La madre tiene vigente una orden de busca y captura contra ella dictada por el juzgado número 5 de Alcalá de Henares desde el 4 de enero de 2024. El padre sigue luchando por encontrar a la pequeña. «La Policía ha agotado muchas vías para encontrar a mi hija, por eso lo hago público ahora, por si alguien la ha visto», explica al canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.
En su denuncia, el padre expresa su temor de que Irene pueda estar desatendida, dado que, entre otras cosas, afirma que su madre la sometía a una estricta dieta vegana sin supervisión médica y, eso lo descubrió después, no llevaba a la niña a las revisiones pediátricas.
Así fue cómo el padre se enteró de los problemas de su pareja, y de la niña. «Me llamaron del centro de salud y me dijeron que Irene llevaba mucho tiempo sin ir a revisiones». Él mismo se presentó allí con la niña y la pediatra se lo confirmó. La denuncia recoge un incidente ocurrido cuando la madre apareció en la consulta, donde la había llevado su padre para una revisión, y se llevó a la niña frustrando el reconocimiento médico.
Este medio ha intentado contactar con María, la madre de Irene, en el teléfono móvil que llevaba cuando desapareció y que figura en la documentación del caso, sin éxito.
Acusaciones falsas
Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, confía en que con estas nuevas medidas «ojalá podamos localizar a Irene. Esta semana su imagen ha estado apareciendo 40 millones de veces en cajeros de la red Euronet, por toda Europa. Pero lo cierto es que el sistema para evitar sustracciones de menores falla, cada vez hay más».
En algunas de esas ocasiones, indica este experto, la persona que se lleva al menor «entra en un proceso de acusaciones, que luego se demuestran falsas. Son intentos de burlar a la justicia y reflejan maldad. Pero lo cierto es que ese tiempo que pasa juega a favor de quien se ha llevado al menor. En cambio, el tiempo juega en contra del padre o la madre a quien se ha arrebatado el derecho a ver a su hijo». Y también, apunta el padre de Irene, «se arrebata al menor su derecho a tener una relación natural y necesaria con ambos padres».
En el caso de Irene, las pistas obtenidas por la policía española apuntan a que su madre podría haberla sacado fuera del país. La abuela materna, que había apoyado económicamente a su hija en su fuga, murió a finales de 2023.