El Servicio Geológico Colombiano (SGC) reporta en tiempo real los movimientos telúricos que ocurren en el país a lo largo de la jornada
Por Nelson Álvarez, Katherine Lancheros
Temblor en Colombia: Así puede mantener a salvo a su mascota en casos de emergencia
En situaciones en las que se requiera evacuar no se debe dejar a los animales de compañía encerrados o abandonados. Se recomienda tener un kit de cuidado especializado para ellos
Por Carol Salazar
En emergencias relacionadas con desastres naturales, como terremotos, huracanes e incendios forestales, es importante no solo salvaguardar la vida propia y la de las demás personas, sino también la de los animales. Por eso, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá planteó un listado de recomendaciones a tener en cuenta para evacuar con mascotas en situaciones de riesgo.
Alarma sísmica de Google
Google ha implementado un servicio en dispositivos Android que emite alertas sísmicas gratuitas con el objetivo de informar a los usuarios sobre sismos próximos. Esta solución se basa en la tecnología ShakeAlert, que integra una red de 1.675 sensores sísmicos capaces de detectar movimientos telúricos a nivel global y avisar a los usuarios antes de sentir las sacudidas.
Para habilitar este servicio, los usuarios deben acceder a la configuración de su teléfono, ir a “Seguridad y emergencia” y seleccionar “Alertas de terremotos”. Alternativamente, pueden ingresar a “Ubicación”, elegir “Avanzada” y luego tocar “Alertas de terremotos”.
Qué es el síndrome de mareo post temblor que muchos colombianos sienten tras el sismo
Esta patología fue presentada por muchas personas luego del movimiento telúrico del 17 de agosto e, incluso, los síntomas se extendieron a lo largo del día
Pasadas 24 horas del sismo de magnitud 6.1 que sacudió a Colombia, millares de Colombianos aún presentan síntomas de mareo o desorientación, incluso, pensando que sigue temblando. Esas sensaciones son pasajeras, pues se trata del ‘Síndrome de Mareos Post Temblor’, el cual se genera de forma involuntaria.
Elementos que debe tener un kit de emergencias
Un kit de emergencia es crucial para afrontar los desafíos que plantea un sismo. Agua, el elixir de la vida, debe estar disponible en cantidades suficientes para al menos tres días, con un galón por persona por día.
Alimentos no perecederos, enlatados, barras energéticas y deshidratados conforman la despensa de supervivencia para tres días de incertidumbre. Una radio a pilas o manivela será la ventana al mundo exterior, brindando noticias e instrucciones cuando la electricidad falle.
De igual manera, deber tener, linternas y pilas adicionales iluminarán el camino en la oscuridad, mientras que un botiquín de primeros auxilios, con vendas, desinfectante, medicamentos personales y suministros médicos, velará por la salud. Un pito o silbato podría ser el salvavidas que solicite ayuda cuando más se necesite. Tapabocas N95 o contra polvo filtrarán el aire potencialmente contaminado después de un colapso estructural. Toallitas húmedas, bolsas de basura y amarras mantendrán la higiene personal en condiciones precarias.
Una llave inglesa o alicates serán las herramientas para cortar servicios públicos como agua y gas. Ropa de abrigo, mantas térmicas y documentos personales importantes, junto con números de emergencia y dinero en efectivo, completarán este kit de supervivencia. Guardar estos elementos en un lugar accesible y revisarlos periódicamente asegurará que estén en óptimas condiciones cuando se necesiten.
Tras el sismo, colombianos recuerdan el terremoto de Armenia en 1999
El sismo que sacudió la capital del Quindío quedó en la memoria de todo el país aún quedan secuelas, pues se convirtió en uno de los más devastadores
El sismo registrado el 17 de agosto en Colombia despertó las alarmas en el país y, así mismo, generó recuerdos en muchos habitantes, quienes rememoraron el terremoto en el Eje Cafetero a finales del siglo pasado, que a pesar de no tener una amplia magnitud e incluso, tener casi la misma del temblor del jueves (6.1), destruyó gran parte de Armenia.
El lugar en el que más tiembla en Colombia
Inmerso en el imponente cañón del Chicamocha, el municipio de Los Santos se erige como un epicentro de actividad telúrica sin igual. Esta pequeña localidad de 12.000 almas se ha convertido en un hervidero sísmico, registrando entre 12 y 20 movimientos de tierra al día, cifras que la posicionan como uno de los puntos más sísmicamente activos del planeta.
Aunque la mayoría de estos temblores suelen pasar inadvertidos por su imperceptibilidad, el pasado 10 de marzo, un sismo de magnitud 6.6 sacudió los cimientos de la cotidianidad en Los Santos. Este poderoso evento geológico, si bien causó daños menores en algunas estructuras, sirvió como un crudo recordatorio de la vulnerabilidad que enfrenta esta comunidad ante las implacables fuerzas de la naturaleza.
Ubicado al sur de Bucaramanga, en el corazón del cañón del Chicamocha, Los Santos solo es superado en frecuencia sísmica por la legendaria región del Hindu Kush en Afganistán. Ante esta realidad, las autoridades locales y entidades como la Casa de la Cultura y la Secretaría de Educación de Santander han alzado la voz, resaltando la imperiosa necesidad de adaptar la infraestructura del área para soportar estos eventos geológicos sin precedentes.
La imprevisibilidad de los movimientos telúricos
Según los especialistas del Servicio Geológico Colombiano, un organismo gubernamental encargado del estudio de fenómenos geológicos en el país, la predicción precisa del momento en que ocurrirá un sismo es una tarea que escapa a las capacidades actuales de la ciencia.
Si bien los expertos pueden identificar regiones con una alta propensión a la actividad sísmica basándose en patrones históricos, determinar con exactitud el cuándo y el dónde de un terremoto sigue siendo un desafío.
No obstante, los avances tecnológicos han abierto la puerta al desarrollo de sistemas de alerta temprana capaces de detectar las ondas sísmicas y emitir advertencias con antelación a su arribo a zonas habitadas. Estos sistemas brindan un breve margen de tiempo para tomar medidas de precaución ante la inminente ocurrencia de un movimiento telúrico.